Cuando la cama llegó, fui la más feliz. Era lo que esperaba, llegó en buen estado y con un regalito. El único detalle que no me agradó tiene que ver con la atención a cliente, que es, prácticamente, nula. Creí que ya nunca llegaría, afortunadamente me equivoqué, pero deberían de trabajar en eso. Aunque la demanda puede ser abrumadora, como clientes, necesitamos cerciorarnos de que estamos adquiriendo un producto de confianza, y así fueran 3 meses de demora, tener la certeza de que el producto llegará al destino.